12.4.15

Miguel Hernández. Cancionero y romancero de ausencias, 41.


El mundo es como aparece
ante mis cinco sentidos,
y ante los tuyos que son
las orillas de los míos.
El mundo de los demás
no es el nuestro: no es el mismo.  


Lecho de agua que soy,
tú, los dos, somos el río
donde cuando más profundo
se ve más despacio y límpido.
Imágenes de la vida:
a la vez que recibimos,
nos reciben entregadas
más unidamente a un ritmo.
Pero las cosas se forman
con nuestros propios delirios.
El aire tiene el tamaño
del corazón que respiro
y el sol es como la luz
con que yo le desafío.
Ciegos para los demás,
oscuros, siempre remisos,
miramos siempre hacia adentro,
vemos desde lo más íntimo.
Trabajo y amor me cuesta
conmigo así, ver contigo;
aparecer, como el agua
con la arena, siempre unidos.
Nadie me verá del todo
ni es nadie como lo miro.
Somos algo más que vemos,
algo menos que inquirimos. 
 


Algún suceso de todos
pasa desapercibido.
Nadie nos ha visto. A nadie
ciegos de ver, hemos visto.





** Miguel Hernández (Orihuela, 30 de octubre 1910- Alicante, 28 de marzo de 1942), poeta y dramaturgo, activo por el bando republicano durante la Guerra Civil Española. Aunque fue juzgado y condenado a muerte por el régimen fascista de España, su pena fue conmutada --gracias a la intervención de sus amigos-- a 30 años en prisión. Trasladado al Reformatorio de Adultos en Alicante, enfermó de bronquitis y tifus, y murió, en 1942. Vio publicados: Perito en lunas (1933), Quién te ha visto y quién te ve y sombra de lo que eras (1933), El rayo que no cesa (1936), Viento del pueblo (1937) y Labrador de más aire (1937). Póstumamente se recogieron Obra escogida (1952) y Cancionero y Romancero de Ausencias (1958), entre otros. 

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