27.4.15

Luis G. Urbina. Frente al Chapala (Fragmentos)


No me canso de ver frente a mí el agua que ondula, ligeramente emblanquecida por una luz brumosa, perlada, que tamizan, como gasas sutiles, las neblinas del horizonte. No ha podido salir el sol.

***

(…) Yo no me he entretenido; me he adormecido, con una somnolencia de encantamiento. Mi cerebro esboza ideas y las rompe porque no le interesan. Ver pasar el agua, verla rizarse, verla cómo se pule aquí en placas lechosas (…), y conforme se aleja, verla cómo toma entonaciones firmes y mates de un gris muerto, que corta con la línea inmóvil las montañas; ver el agua; verla siempre, verla incesantemente, en una dejadez hipnótica en la que deshacemos, grano a grano, la conciencia; eso es ahora mi ocupación, mi preocupación, mi sensación.

Es verdad que, por instantes, las memorias quieren despertarse y punzan las añejas pesadumbres como reptiles irritados que buscan la salida de su encierro. Es verdad que, por momentos, la vida, que se rebela, me asalta. Me acuerdo de que soy hombre por breves ráfagas de tiempo.


***

(…) Una canoa, con la vela hinchada, como un ala que se encorva, va rumbo al Oriente con rapidez de pájaro; un bote, semiborrado por la distancia, brinca en las olas, a compás de sus delgadas patas de insecto.

En el cerro que se alza en el filo de la playa (…), la frescura del día ha lavado los musgos que ahora lucen como sedas bordadas, sobre las rocas amarillentas. Las torres de la iglesia, pintadas de cal y chorreadas por la lluvia, yerguen, con presunción provinciana, sus gorros de payaso. Algunas indias, echadas de bruces sobre un remanso, lavan ropas. Un grupo de rapaces desnudos chilla y retoza en las arenas de la orilla. De no sé dónde, débil y aflautada, viene la voz de una mujer que canta.




** Luis Gonzaga Urbina (México, 8 de febrero 1864 – Madrid, 18 de noviembre de 1934), poeta, periodista y cronista bastante popular a inicios del siglo pasado, hoy en el olvido. Entre sus libros de poemas se encuentran: Versos (1890), Puestas de Sol (1910), Lámparas en agonía (1914), El Poema de Mariel (1915), El corazón juglar (1920). Es interesante encontrar, en Frente al Chapala, términos como “adormecimiento”, “somnolencia”, “dejadez hipnótica”, que intentan definir el proceso de ruptura de la consciencia (netamente romántico), a través de la contemplación natural. Esta crónica, fechada en 1905, tal vez derivó en su famoso Poema del Lago —en Puestas de Sol—(en especial, la imagen de la canoa como transporte de la imaginación profunda, en el soneto xvii: “Voces en la Sombra”: 


En el silencio triste de la noche que empieza,
se oye una voz que viene de lejos, de una mancha
 distinta en las penumbras solemnes, de una lancha
que sobre el horizonte su mástil endereza). 

El texto procede de sus Cuentos Vividos y Crónicas Soñadas, México, Porrúa, Colección de Escritores Mexicanos 35, 1946, pp. 85-90.

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