2.6.15

Salvador Novo. Never Ever. V

ah pero a veces amanecemos con el alma de opereta
y quisiéramos tener un coche de caballos blancos
blancos como las nubes que miramos pasar echados en la hierba verde
mientras el cielo como una encuadernación perfecta de tafilete
mientras nada pero se dice mientras como se acude a otra cosa
y sentimos unas grandes ganas de llorar rabiosamente
de decir muy malas palabras o de ser infinitamente dulces
si ahora que salió de la cárcel hubiéramos cumplido el deseo
de matarlo de ahogarlo de revolvernos en su sangre salada
sería bonito ver qué opinaba la gente del doble crimen
y entonces se pondrían a hurgar en los archivos
y al día siguiente ya tendrían la clave del misterioso suceso
y lo daría a conocer a sus lectores como una prueba fehaciente
de hasta dónde hemos llegado qué barbaridad es necesario
poner un dique a la criminalidad ambiente
desgraciadamente para las buenas familias las cosas no se pueden prever
y Abel y Caín seguirán matándose con una quijada de asno
pero Adán y Eva seguirán acostándose juntos todas las noches
y Moisés no podrá atribuírsele a la hija del Faraón
porque la pobre no hizo sino encontrárselo en el baño
y luego el pendejo le salió jurisprudente y legislador
y le floreció la vara y abrió el Mar Rojo
y su tribu llegó a la Tierra Prometida en que todo era claro
como una clara de huevo perfectamente claro o como la poesía
o como la música de Beethoven o como la gelatina
o como el agua en que se lo encontraron o como el agua
en que San Juan Bautista bautizaba a Salomé con sus lágrimas de cocodrilo
tan prósperas tan fecundas como todos los demás Juanes Nepomucenos
Evangelistas y Teotihuacanes de la última hoja del Calendario Azteca




** Salvador Novo (Ciudad de México, 30 de julio de 1904 ibidem, 13 de enero de 1974), poeta, ensayista, cronista, dramaturgo, entre otras facetas de su quehacer cultural. Es reconocido como parte del "grupo sin grupo" de Contemporáneos. Su empleo corrosivo del humor, el lenguaje coloquial/vulgar, su acercamiento a personajes periféricos, de bajo estrato y educación, como punto de partida para criticar el obrerismo revolucionario (Domínguez Michael, dixit) y las constantes alusiones a la homosexualidad, lo hacen un poeta versátil, novedoso: muy interesante para nuestros tiempos. Curiosamente, su poesía está algo olvidada, tal vez debido a las posturas políticas que alguna vez sostuvo (el exilio español en México y la masacre de octubre de 68). En Never Ever, poemario de 1935, Novo emplea juegos de palabras e incluye otros idiomas (sin ninguna ayuda al lector) para cuestionar tanto la identidad nacional como la lengua de la poesía. La libertad en el uso de ese lenguaje infantil (incluyendo el albur y el chiste), le permite desentrañar algunos elementos esenciales de la condición social mexicana: los desnuda con fiereza. Never Ever es un gran mercado de voces, donde se reconocen e ironizan pues se presentan sin ningún sustento los dogmas religiosos, la historia oficial, la clase media y proletaria, los capítulos de la moral, así como la poesía mexicana de su tiempo, de un modernismo trasnochado. Todo esto en el contexto de un México post-revolucionario que buscaba afianzar su poder por medio de la moralidad y la virilidad en el arte. Con Never Ever, Novo, deliberadamente, zanja su propia marginalidad, ya esbozada en Nuevo Amor. Entre sus obras poéticas destacan: XX Poemas (1925), Espejo (1933), Nuevo Amor (1933), Seamen Rhymes (1933), Poemas Proletarios (1934 ), Frida Kahlo (1935), Adán Desnudo (1969), etc.    

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